jueves, 8 de octubre de 2015

Trabajo infantil rural en la zafra de la yerba mate

Actividad de los niños en la zafra de la yerba mate
La participación de niños en la cosecha de la yerba se realiza desde muy temprana edad -5 años aproximadamente - desempeñando tareas o funciones según género, rango etáreo y aptitudes físicas. En este proceso, la participación de niños menores de 14 años resulta fundamental por representar una ventaja comparativa para el empleador en relación a la contratación de trabajadores adultos con habilidades previas adquiridas, ya que significa un costo laboral menor y un grado de conflictividad nulo. Además, el niño puede realizar tareas similares a un trabajador adulto con una habilidad adicional, utiliza sus pequeñas manos en la técnica de viruteo, mediante la cual se extrae manualmente las ramas finas y difíciles de cortar sin dañar el yerbal.

Jornada laboral

En la cosecha, la jornada laboral puede superar las 12 horas de trabajo, comenzando a las 05:00 hs y finalizando hacia las 17:30 hs. En cuanto amanece, los trabajadores comienzan a desarrollar las tareas de corte y quiebre en cada yerbal, aprovechando la humedad del ambiente y del mismo yerbal. Esto permite cortar las ramas realizando menores esfuerzos, ya que la planta humedecida se encuentra más flexible. En algunas familias van todos juntos a la cosecha, con todos los niños durante todo el día, los más chiquitos que no pueden trabajar (2 a 4 años), se quedan cerca de la tarefa jugando mientras toda la familia trabaja y aquellos niños que pueden trabajar (entre 4 y 14 años), ayudan a sus padres con las tareas de corte y quiebre de la hoja.


La escuela y la tarefa
Los niños que asisten a la escuela y trabajan en la cosecha, cumplen media jornada laboral a contra turno escolar, de acuerdo a su edad. Durante la mañana y hasta el mediodía, asisten a la escuela los niños entre 8 y 14 años, mientras que los niños más pequeños (entre 5 y 7 años) asisten al turno tarde. Al mediodía, ambos grupos almuerzan juntos en el comedor de la escuela. Otro dato complementario y relacionado con el trabajo en la cosecha fue, de acuerdo a los comentarios de las maestras y el director entrevistado, la existencia de algunos antecedentes aislados de ausentismo y/o deserción escolar de niños entre 5 y 14 años, debido a su participación en las tareas productivas con la familia. En estos casos, por decisión de las familias, los niños asistieron a clase unos pocos días en la semana durante el período de la cosecha. Las consecuencias de esta disposición familiar son: desatención en clase y baja calidad del aprendizaje escolar; lo cual provoca muchas veces la repetición de grado y hasta, la deserción total del sistema educativo formal.



Condiciones sociolaborales
Los niños menores de 14 años, trabajadores en la zafra de la yerba mate, son contratados en relación de trabajo, bajo dos posibles modalidades: en forma individual o como parte del grupo familiar / unidad doméstica, siendo más frecuente en la zona de estudio, la segunda modalidad de contratación.
La contratación del niño que participa en el trabajo con su grupo familiar o unidad doméstica, se realiza en forma indirecta a través de la contratación de una sola persona -el padre de familia-, quien incorpora a la mayor parte de los miembros de su familia para llevar a cabo las tareas en la cosecha. Bajo esta condición, se encubre además la situación del niño como trabajador invisible. Es el padre la única persona del grupo familiar que puede encontrarse registrada en el Registro de Trabajadores Rurales (RENATRE), lo que significa disponer de una libreta de trabajo, percibir una remuneración y gozar de los beneficios sociales (obra social, jubilación, seguro de riesgo del trabajo, asignaciones familiares, escolaridad, seguro de desempleo).
La contratación individual de los niños menores de 14 años, en cambio, se realiza en forma directa y en general el empleador acuerda una remuneración diaria con ellos. En su mayoría, son niños varones entre 10 y 14 años que residen en la Colonia.


Condiciones y medio ambiente de trabajo
La carga global del trabajo en la cosecha, se ve intensificada con la carga física y psíquica que presenta esta tarea, con mayores consecuencias en los niños menores de 14 años. Por un lado, de ellos se espera una intensidad mayor, por la resistencia física que pueden tener en comparación con los adultos. Por otro, en caso de asistir a la escuela a contra turno, se ven sobre-exigidos en cuanto a su capacidad de concentración, evidenciado consecuencias en la atención en clase y en el rendimiento escolar en general.

martes, 18 de agosto de 2015

Tiempo de revancha








Tratados internacionales incluidos en la Constitución Argentina

Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas

Artículo 23
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.


Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Artículo 7
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial:
a) Una remuneración que proporcione como mínimo a todos los trabajadores:
i) Un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor, sin distinciones de ninguna especie; en particular, debe asegurarse a las mujeres condiciones de trabajo no inferiores a las de los hombres, con salario igual por trabajo igual;
ii) Condiciones de existencia dignas para ellos y para sus familias conforme a las disposiciones del presente Pacto;
b) La seguridad y la higiene en el trabajo;
c) Igual oportunidad para todos de ser promovidos, dentro de su trabajo, a la categoría superior que les corresponda, sin más consideraciones que los factores de tiempo de servicio y capacidad;

d) El descanso, el disfrute del tiempo libre, la limitación razonable de las horas de trabajo y las variaciones periódicas pagadas, así como la remuneración de los días festivos.

Art. 14, Art 14 bis (resúmenes)



Art. 14: Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar.

Art. 14 bis: El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.


Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.


El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.

miércoles, 8 de abril de 2015

Tiempos Modernos




Consecuencias del fordismo en la clase obrera


En realidad, F. W. Taylor logra un salto cualitativo en el disciplinamiento de la fuerza de trabajo, objetivo central de la burguesía (empresariado) desde siempre. En efecto, mediante el estudio sistemático de los “tiempos y movimientos del trabajo” permitió a la burguesía acceder al control de la técnica de fabricación, desposeyendo al trabajador de oficio —heredero del antiguo artesano— de su saber hacer. Para Taylor “quien domina y dicta los modos operatorios se hace también dueño de los tiempos de fabricación”.

Lo novedoso del método de Taylor, aplicado por Ford, es que éste descompone el trabajo calificado del obrero de oficio en gestos simples, mensurables en su tiempo de ejecución, con el fin de apoderarse de “la habilidad detallista del obrero mecánico individual”. Una vez reducido a gestos simples, procede a reproducirlos en varios trabajadores no calificados, donde cada gesto, cada tarea tiene estipulados un tiempo y forma determinados de ejecución. De esta forma, al dictar los modos operarios y determinar los tiempos de producción, logra vencer el poder del obrero de oficio. Quien poseyera el “saber hacer” podía controlar la organización del trabajo y regular el tiempo de producción. El método taylor despojaba al obrero de oficio de la fuente de su poder y lograba disciplinar la fuerza de trabajo, además de que, adicionalmente, se eliminaban sistemáticamente los tiempos muertos de la producción, se reducía el tiempo de fabricación del producto y se lo abarataba.
Con el dominio del saber hacer el capitalista estaría en condiciones de imponer nuevas máquinas y herramientas sin grandes resistencias, las que a su vez le otorgan más armas para dominar y disciplinar al trabajador.

Al mismo tiempo, esta fragmentación del trabajo en partes cada vez más pequeñas rompe la relación del trabajador con el producto como un todo, y su trabajo se reduce a una función especial q se repite mecánicamente. Con la descomposición moderna “psicológica” del proceso de trabajo, esta mecanización racional penetra hasta el “alma” del trabajador.

En segundo lugar, esa descomposición del objeto de la producción significa al mismo tiempo y necesariamente el desgarramiento de su sujeto. Llega un momento en el cual el hombre ya no aparece como verdadero portador del trabajo, sino q queda inserto, como parte mecanizada, en un sistema mecánico con el q se encuentra como con algo ya completo y que funciona con plena independencia de él, y a cuyas leyes tiene q someterse sin voluntad. Esta racionalización y mecanización creciente va minando al trabajador, su consciencia y su actividad.

Taylorismo y fordismo


Un estadounidense, Frederick W. Taylor (1856-1915), fue el fundador de lo que se dio en llamar la gestión científica, cuya finalidad era conseguir el mayor rendimiento del trabajo de los obreros. A este objetivo se tendía con tres medidas. La primera consistía en aislar al trabajador transfiriendo el control del proceso productivo a los representantes de la dirección, que le indicaban exactamente lo que tenía que hacer. La segunda procuraba una descomposición sistemática del trabajo en pequeñas operaciones cronometradas. La última era establecer diferentes salarios según lo que producía cada obrero, para incentivarlo a que fabricara la mayor cantidad posible de productos.

Estas ideas no tuvieron casi repercusión práctica hasta que en 1913 Henry Ford las introdujo en su fábrica de automóviles, combinándolas con la creciente mecanización de las grandes empresas.

El elemento central del fordismo va a ser la “cadena de montaje”. Esta modificaba, entre otras cosas, el hecho de que el obrero girara alrededor del automóvil para construirlo, como lo hacía en el taller. Ahora no debía moverse de su puesto de trabajo, mientras ensamblaba las partes en un chasis que va desplazándose sobre una línea de montaje movida por una cadena. Ello implicaba que el obrero debía adaptarse al ritmo de la cadena, y ésta se movía a la máxima velocidad posible, ya que el perfeccionamiento del sistema consistía precisamente en aumentar la velocidad de la cadena. La incorporación de la cadena no es posible sin la aplicación simultánea del taylorismo y en el marco de la aparición de nuevos productos industriales como el automóvil. Ford toma la idea de la cadena de los frigoríficos, donde las vacas subían por sus propios medios a una rampa y, sujetas a una noria, descendían ya muertas y por efecto de su propio peso, al tiempo que se efectuaba el desposte. A esta “cadena” Ford le puso electricidad y la hizo horizontal.



Aunque no inventó cosa alguna, el nombre de Ford se transformó en sinónimo de innovación en la industria. La fabricación en serie redujo el tiempo necesario para montar un modelo T de 12 horas y media a una hora y media y su precio, de 850 dólares a 310 (120 dólares menos que su competidor más cercano).